Cada día hay que tener una idea para un cuadro, o para una parte de un cuadro. Nos olvidaremos de las ideas que tuvimos ayer y nos pondremos a la marcha para crear la nueva obra.
Solo el principio en la creación de un cuadro es auténtico, por lo que debemos aprovechar la energía de esa idea inicial y conseguir darle forma.
Y para pintar mejor crearemos buenos hábitos, por ejemplo, tendré el taller preparado, el material listo para mi repentina inspiración y todas las herramientas que vaya a necesitar, cumpliré un horario y una forma de trabajo que funcione, etc.
Juro que no dejaré para mañana lo que pueda pintar hoy, porque si no lo pintamos ya, se nos escapará la idea y la energía creativa.