Saint Felicien sumó un nuevo Tributo al Arte con la incorporación a su línea de Saint Felicien Tributo a Gustav Klimt, una trilogía de Malbec con uvas de diferentes orígenes que se presentan en una misma caja tipo estuche.
A las notas vibrantes y sensuales que se encuentran en el vino elaborado con las frutas provenientes de Paraje Altamira -departamento de San Carlos, 1095 msnm-, se agrega la voluptuosidad del vino cuyo origen fueron las uvas de Lunlunta -Maipú, 920 msnm- terminando este tridente las notas vigorosas y punzantes del Malbec de Villa Bastías -Tupungato, 1120 msnm.
Las diferentes etiquetas de cada uno de estos vinos reproducen parcialmente obras del celebrado artista austríaco, Gustav Klimt. Los cuadros pertenecen a la Colección Privada de Francis Mallmann, otro de los protagonistas de este lanzamiento.
Así, estos tres vinos, de muy limitada disponibilidad (sólo 3000 botellas), que se venden en conjunto y no por separado, representan también la búsqueda de la excelencia de Catena Zapata, Francis Mallmann y de uno de los pintores que mejor captó los sentimientos más sublimes del ser humano.
Con estos nuevos vinos Saint Felicien continúa su romance con el arte que se inició en 1963 cuando, por primera vez en Argentina, incluyó la reproducción de una pintura de Carlos Alonso en una etiqueta y reafirma que el vino al igual que el arte, es siempre esperanza y romance.
Precio sugerido por estuche de 3 botellas $ 10.000
Gustav Klimt
El más célebre artista austriaco de esos tiempos (la fama de Schiele sería póstuma) y a la vez el más refinado, complejo y hermético.Eran años en los que Viena estaba empezando su decadencia como capital artística mundial, pero Klimt brilló por su estilo entre el Simbolismo y el Art Nouveau.
Sus obras, cargadas de sensualidad, tienen un estilo pictórico absolutamente ecléctico y cada vez están más cargadas de abstracción y plásticas innovadoras como sus extraños puntos de vista, cortes poco habituales y un valor expresivo de la línea que anuncia el expresionismo posterior.
Nació en la época dorada del Imperio austrohúngaro (la edad de oro de la seguridad burguesa), que cuidaba ante todo a sus artistas. Se formó en Viena, muy interesada en la promoción de las artes decorativas, y se codeó con artistas, arquitectos y artesanos.
Antes de cumplir los 30, Klimt era ya uno de los artistas más prestigiosos de Viena pero a finales de siglo entra en la Secesión (el modernismo vienés)muy interesada en todas las disciplinas creativas europeas y muy hostil con el arte académico oficial. Por ello perdería cierta seguridad económica.
Nunca se casó, pero tuvo bastantes hijos (al menos 14). Las mujeres (preferiblemente pelirrojas) eran musas, amantes y catalizadores del simbolismo de Klimt. Símbolos de la vida y de la muerte; amenazantes y seductoras al mismo tiempo (las conocidas como femmes fatales). En este sentido su obra se calificó de «pornográfica» por su lenguaje abiertamente sexual. Por esa época, por cierto, andaba el Dr. Freud por Viena.
Su pintura es extremadamente ornamental: abunda el oro propio del arte bizantino (era hijo de un grabador de oro), los motivos geométricos y la sensualidad con un exquisito equilibrio entre líneas curvas y rectas.
En su vida privada vestía con sandalias y túnica. Se obsesionaba artísticamente con las mujeres que posaban para él y acabaría teniendo aventuras con muchas de ellas, desde damas de la alta sociedad a prostitutas. Tras su muerte por neumonía hubo 14 demandas de pensiones alimenticias.